Que Google es una de las empresas con más poder en el mundo, nadie lo cuestiona, pero sí su modelo de negocio. Atrás han quedado las creencias que hacían pensar a los internautas que para estar presentes en Internet, solo hacía falta tener una web. Pero  nada está más lejos de la realidad, ya que sin las acciones propias del marketing de posicionamiento natural o de pago, es imposible contar con una presencia online que atraiga al target que buscan las empresas.

¿Quién consulta más allá de la página dos en su búsqueda de un producto o servicio a través de un buscador? La respuesta es sencilla: Nadie. Por eso, es tan importante que las web empresariales estén situadas en los primeros puestos del buscador.

Hay que tener en cuenta que Google hace dos claras diferenciaciones: SEO y SEM. Los resultados orgánicos, son la lista de sitios web que coinciden con la frase de búsqueda  de un usuario. Nadie puede pagar para que su sitio web se muestre en estos resultados. Los anuncios SEM que coinciden con la frase de búsqueda de un usuario.

El sistema de Adwords funciona por subasta de anuncios  mediante un proceso en el que los motores de búsqueda de Google  seleccionan por medio de palabras claves cuáles son los anuncios que se mostrarán. No obstante, saldrán aquellos que más paguen por salir. Hay que tener en cuenta que a medida que las posiciones sean más elevadas, son más cara porque son las de mayor índice de conversión.

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